Henri Bergson. Sólo la intuición puede captar la verdad. Evolución creativa
Henri Bergson nació en 1859 en París. Hasta los 19 años sigue siendo ciudadano británico, ya que su madre Catherine, apasionada del arte e inculcó a su hijo el amor por la lengua, la literatura y la poesía inglesas, era inglesa. Henri, que se crió en internados desde los 9 años, finalmente decide quedarse en Francia y continuar su educación en el Liceo Condorcet. Bergson estudió matemáticas con seriedad y éxito: el famoso matemático Debov, que le enseñó, incluyó el artículo de estudiante de Bergson en su libro sobre Blaise Pascal y la geometría moderna, y por ello Bergson recibió su primer premio, los Anales de Matemáticas. El traslado de Bergson en 1881 a la Ecole Normale, donde más tarde estudió filosofía con Durkheim, fue una gran decepción para sus profesores: “Podrías haberte convertido en matemático, pero sólo querías ser filósofo”.
Arturo Schopenhauer. El mundo como performance. Comprender la relación entre diferentes ideas
Arthur Schopenhauer nació en Danzig (ahora Gdansk) en 1788 en la familia de un rico hombre de negocios y futuro escritor famoso. Ya en el año 17 de su vida, recordó, “sin ningún aprendizaje escolar, estaba tan abrumado por el sentimiento de dolor mundial como lo estaba Buda en su juventud, cuando veía la enfermedad, la vejez, el sufrimiento, la muerte” (1: 6, 222). Reflexionando sobre las desgracias del mundo, Schopenhauer “llegó a la conclusión de que este mundo no podía ser obra de algún ser omnibueno, sino sin duda obra de algún demonio, que apelaba a la existencia de la criatura para poder disfrutar de sus beneficios contemplación del tormento” (1: 6, 222). Schopenhauer pronto modificó esta visión extremadamente pesimista en el sentido de que comenzó a argumentar que, si bien varios desastres están inextricablemente vinculados con la existencia misma del mundo, este mundo en sí es sólo un medio necesario para lograr el “bien supremo”. El cambio de énfasis también cambió la interpretación de Schopenhauer de la esencia profunda del mundo. De un comienzo diabólico, se convirtió en un comienzo más bien irracional, pero que busca inconscientemente el autoconocimiento. El mundo sensorial ha perdido su realidad independiente, apareciendo como una pesadilla, revelando la irracionalidad de la esencia del mundo y empujando hacia una “mejor conciencia”.