La Organización Meteorológica Mundial advierte que las altas temperaturas del agua están provocando un aumento del nivel del mar, lo que a su vez aumenta el riesgo de inundaciones.
“El aire más cálido contiene más vapor atmosférico, y esto aumenta la probabilidad de tormentas tropicales, al mismo tiempo que produce más lluvia”, dijo una portavoz de la Organización Meteorológica Mundial. Es probable que las precipitaciones asociadas con los ciclones tropicales aumenten en el futuro debido al calentamiento antropogénico y al aumento de la humedad atmosférica.
El agua en la superficie de los océanos es más cálida y menos densa que el agua que se encuentra debajo. Este contraste se ve intensificado por el cambio climático: como resultado del derretimiento de las capas de hielo y los glaciares, enormes volúmenes de agua dulce ingresan a los mares, lo que reduce la salinidad de la capa superior y reduce aún más su densidad. El creciente contraste entre las densidades de las capas oceánicas dificulta la mezcla, lo que hace cada vez más difícil que el oxígeno, el calor y el carbono penetren en las capas más profundas. Esto interrumpe un proceso que ayuda a atrapar la mayor parte del exceso de calor del mundo y gran parte de su dióxido de carbono.
Los investigadores han descubierto que la velocidad del viento está aumentando. Los fuertes vientos, que provocan mezclas, también han contribuido a la profundización de la superficie del océano entre 5 y 10 m cada 10 años durante los últimos 50 años. Esta capa superficial alberga un número importante de animales marinos, cuya vida depende del estado del fitoplancton. Pero a medida que aumenta el viento, el fitoplancton se mueve más profundamente, donde está más tranquilo y hay menos luz, y la luz les ayuda a sobrevivir y reproducirse. Este movimiento altera la red alimentaria más amplia. Estos cambios en la estructura básica de los océanos del mundo son fundamentales.
Un nuevo estudio ha descubierto que más de un tercio de las plataformas de hielo de la Antártida podrían colapsar en el mar si las temperaturas globales aumentan cuatro grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, informa la revista Geophysical Research Letters.