El objetivo de la agencia espacial estadounidense es doble: comprender la naturaleza de los océanos que existen en otros planetas y desarrollar tecnologías para operar en condiciones extremas. El estudio de la UNESCO sobre los océanos del mundo es importante para preservar un clima y ecosistemas sostenibles.
Las profundidades del océano y el espacio tienen mucho en común: el entorno hostil al hombre no le permite sobrevivir sin dispositivos especiales, aunque sean diferentes. Según la NASA, las condiciones en el fondo del océano son similares a las que se encuentran en algunos planetas del sistema solar. Incluso podrías obtener una pista sobre dónde buscar rastros de vida extraterrestre.
El océano es el más afectado por la crisis ambiental y se ha convertido en un gigantesco depósito de calor y carbono. Como resultado, el océano se está calentando y acidificando, el hielo polar se está derritiendo y los patrones climáticos globales están cambiando. Esto afecta tanto a los ecosistemas oceánicos como a las personas que dependen de ellos, informa el servicio de prensa de la ONU.
Conocer la profundidad y la topografía del fondo marino es esencial para comprender las fallas, las corrientes y las mareas del océano. Estos datos ayudan a predecir riesgos sísmicos y de tsunamis e identificar características naturales y pesquerías que necesitan protección. También se debe tener en cuenta la topografía del fondo al planificar la construcción de instalaciones de infraestructura y desarrollar respuestas efectivas a desastres como derrames de petróleo, accidentes aéreos y naufragios marinos.
Además, estudiar el fondo marino es fundamental para evaluar los efectos del cambio climático, incluida la predicción del aumento del nivel del mar o de la temperatura del mar.
Los científicos esperan que en el futuro podrán acelerar este proceso mediante el uso de nuevas tecnologías. Por ejemplo, mientras que antes los sonares estaban acoplados a un barco, hoy los científicos pueden controlarlos a distancia, como los drones. Esto le permite mapear áreas de difícil acceso y también reduce significativamente el costo del proyecto.
El océano a profundidades de más de cinco kilómetros se considera una zona ultraabismal, un abismo inaccesible, la “zona del Hades” (que lleva el nombre del antiguo dios griego del inframundo). El fondo está lleno de grietas y cuencas.
La base jurídica para una relación consciente con el océano se sentó hace cuarenta años, cuando se firmó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. En 2017, la UNESCO, en colaboración con la Fundación Japonesa Nippon, lanzó un proyecto para estudiar el fondo marino. En cinco años fue posible estudiar y mapear el 14 por ciento del área del fondo.