Más del sesenta por ciento de Rusia es zona de permafrost. En este territorio viven más de 15 millones de personas y se ha desarrollado una infraestructura que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo sobre suelos de permafrost.
Los servicios municipales de las ciudades del norte y las grandes empresas mineras que operan en el Ártico tienen sus propios departamentos de ingeniería y geología, donde los especialistas se dedican al monitoreo geotécnico, evaluando las amenazas de violación de la integridad de las rocas congeladas para edificios y estructuras, y los riesgos de liberación de sustancias peligrosas. patógenos al abrir cementerios de animales. También son peligrosas las emisiones de metano procedentes del derretimiento de los hidratos de gas situados bajo el permafrost. Van acompañados de explosiones y la formación de profundos cráteres, informa ria.ru.
Un banco de datos unificado de las costas marítimas del Ártico ruso es necesario con fines científicos y prácticos: para pronósticos geocriológicos y el desarrollo de medidas para prevenir desastres ambientales. La base de datos “Abrasión térmica de las costas marinas del Ártico ruso” contiene información sobre parámetros cualitativos y cuantitativos que caracterizan las costas de seis mares: Barents, Pechora, Kara, Laptev, Siberia Oriental y Bering. Casi un tercio de toda la costa de los mares árticos de Rusia está sujeta a la destrucción de costas heladas como resultado de la influencia térmica y de las olas y la abrasión térmica.
Una reconstrucción del clima de la Tierra durante los últimos 24 mil años muestra que las temperaturas actuales en el planeta son altas sin precedentes durante todo el período que se examina, y el clima está cambiando ahora más rápidamente que en cualquier otra época desde el último avance de los glaciares.
Además, la Universidad Federal del Lejano Oriente, junto con el Instituto Oceanológico del Pacífico de la Rama del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, está creando un laboratorio de modelado digital del océano, que permitirá crear predicciones sobre el clima y condiciones del medio marino para su uso en el transporte marítimo y la pesca, informa la agencia de noticias TASS. Los modelos digitales permitirán predecir qué corrientes se esperarán, en qué momento y en qué región, qué temperatura habrá en la superficie del agua y en las profundidades.