Desde la gestión del cambio climático hasta la respuesta a emergencias y la digitalización de la economía, la exploración espacial es cada vez más importante para la vida en la Tierra. Para ayudar a los responsables políticos y a las empresas a tomar decisiones informadas sobre las inversiones en el espacio, la ESA (Agencia Espacial Europea) ha publicado planes para crear datos sólidos y fiables sobre la economía espacial en colaboración con socios internacionales.
La creciente importancia del espacio significa que existe una creciente demanda de estadísticas confiables y oportunas sobre la economía espacial. Para satisfacer esta demanda, la ESA colaboró con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Eurostat y el Centro Conjunto de Investigación de la Comisión Europea, así como con el Departamento de Comercio de Estados Unidos y su Oficina de Análisis Económico.
El director general de la ESA, Josef Aschbacher, afirmó: “Durante demasiado tiempo, la creciente contribución del espacio al crecimiento económico ha sido suprimida en las estadísticas oficiales. La creación de códigos estadísticos para elementos relacionados con el espacio revelará el alcance total de la economía espacial y permitirá a los economistas y responsables de políticas identificar cómo el espacio crea prosperidad en la Tierra”.
La economía espacial va mucho más allá de los vehículos de lanzamiento, las naves espaciales y los satélites: incluye productos y servicios espaciales, como las comunicaciones y la navegación por satélite, de los que dependen muchas economías, personas y dispositivos.
Se incluyen tanto las contribuciones directas (por ejemplo, la extracción de metal utilizado para construir un satélite) como las contribuciones indirectas (por ejemplo, el valor agregado al mantener conectadas a las personas en regiones remotas), así como las personas que trabajan en la industria espacial que gastan sus salarios. La economía espacial podría expandirse a lugares inesperados, con innovaciones basadas en el espacio que emergen en medicina, atención médica, monitoreo ambiental, agricultura, transporte y manufactura.
Las tablas de códigos permitirán a los economistas determinar, por ejemplo, el valor añadido que supone la creación de un chip electrónico que utiliza el sistema europeo de navegación por satélite Galileo y posteriormente se inserta en el teléfono móvil o en el coche de una persona, sin tener en cuenta el coste total del móvil. teléfono. teléfono o coche en datos espaciales.
Los códigos cubren áreas tales como: productos industriales; servicios de información y comunicación; servicios profesionales, científicos y técnicos; construcción; servicios gubernamentales administrativos y de defensa; educación; Transporte y almacenamiento; servicios financieros y de seguros; y servicios de arte, entretenimiento y recreación.
Las tablas se basan en el trabajo iniciado por la Oficina de Análisis Económico de EE. UU., que publicó el primer intento de crear un conjunto de cuentas para la economía espacial de EE. UU. en 2020, así como un proyecto de colaboración de dos años entre la ESA, Eurostat y el Joint Centro de Investigación.
El trabajo consta de tres áreas: una definición acordada internacionalmente de la economía espacial con fines estadísticos; desarrollo de una metodología para construir una descripción temática de la economía espacial europea a nivel nacional y europeo agregado; y combinar los resultados obtenidos de su puesta a punto y pruebas, que aún está en curso y se publicará en su momento.
La ESA también está lanzando un concurso que iniciará la primera fase de los esfuerzos de las empresas europeas para demostrar un servicio completo de entrega de carga a estaciones espaciales en órbita terrestre baja y de regreso para 2028.
En la reciente Cumbre Espacial, los estados miembros acordaron lanzar un nuevo concurso para que las empresas europeas ofrezcan el primer paso hacia el transporte de carga hacia y desde estaciones espaciales en órbita terrestre baja. En esta primera fase, se pedirá a las empresas seleccionadas que realicen todas las actividades necesarias para lograr la primera demostración de vuelo a la Estación Espacial Internacional para 2028; esto debería ser parte de la propuesta del Director General de la ESA al próximo Consejo de la ESA a nivel ministerial en 2025, donde los representantes de los estados miembros de la agencia tomarán decisiones sobre todos los programas de la ESA.
Hoy en día, Europa depende de sus socios internacionales para llevar su carga y tripulación al espacio mediante un sistema de trueque. En el pasado, la ESA proporcionó un vehículo de transporte automatizado (ATV) que entregó más de 30.000 kg de carga a la Estación Espacial Internacional entre 2008 y 2015; Esta y otras contribuciones, incluido el laboratorio europeo en la estación Columbus, permitieron a los astronautas europeos volar regularmente a la órbita terrestre baja.
El diseño del ATV es la base del Módulo de Servicio Europeo (ESM), que impulsa la nave espacial tripulada Orion durante las misiones Artemis de la NASA; Los numerosos ESM necesarios para las misiones Artemis, así como las importantes contribuciones a Gateway, respaldarán las misiones de astronautas europeas actuales y futuras y mucho más.
Sin embargo, el panorama de la exploración espacial está cambiando con la creciente comercialización en la órbita terrestre baja. La próxima década verá el desarrollo de estaciones espaciales privadas en lugar de institucionales como la Estación Espacial Internacional. Sin un elemento significativo de trueque, la ESA tendría que comprar un billete al espacio en efectivo para continuar su presencia en la órbita terrestre baja, en lugar de desarrollar la experiencia industrial para hacerlo en Europa.
Con esta nueva iniciativa, la industria europea desarrollará una forma de transportar carga hacia y desde estaciones espaciales en órbita terrestre baja para finales de esta década, dando a Europa acceso al espacio, mayores perspectivas de trueque y la oportunidad de desarrollar la industria europea. Servicios comerciales para el transporte de mercancías a la órbita terrestre baja en el mercado mundial.
Este servicio de carga también podría ser un trampolín para desarrollar algún día la capacidad de transportar tripulaciones a la órbita terrestre baja y tal vez la capacidad de devolver carga desde el Gateway. Esta capacidad es el primer paso en el renovado y ambicioso programa de exploración espacial de la ESA, que respalda el viaje continuo de Europa hacia la órbita terrestre baja y más allá hacia la Luna y Marte.