El número de muertos por los terremotos en Japón ha llegado a 128 personas, informa el periódico japonés Tokyo Shimbun. Según los últimos datos del gobierno de la prefectura de Ishikawa, 195 personas están desaparecidas. La actividad sísmica en el país sigue siendo alta. El número de víctimas de los terremotos alcanza las 560, más de 2.000 personas se encuentran aisladas debido a las consecuencias de los temblores.
El terremoto causó los mayores daños en la prefectura de Ishikawa. Allí fueron destruidos más de 250 edificios y quemados unos 300. En las regiones siguen produciéndose cortes de agua, electricidad y combustible. El número de víctimas del terremoto superó las 100 por primera vez desde 2016. Luego, como consecuencia de los temblores que se produjeron en el suroeste del país, en la prefectura de Kumamoto, murieron 273 personas.
En total, más de 1.370 casas en Japón quedaron total o parcialmente destruidas. 66.000 hogares en la prefectura de Ishikawa siguen sin agua y más de 23.900 hogares sin electricidad. En la prefectura de Ishikawa se abrieron 357 puntos de evacuación y el número de evacuados supera los 30,7 mil personas. En el lugar hay 5.400 efectivos de las fuerzas de autodefensa.
El 6 de enero se produjo un terremoto de magnitud 5,3 frente a la costa occidental de la principal isla japonesa de Honshu, informa RIA Novosti con referencia al Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ). Los temblores se registraron a las 05:26 hora local (23:26 del 5 de enero, hora de Moscú); el origen se encontraba a una profundidad de 38 kilómetros. Aún no se ha recibido información sobre posibles víctimas y destrucción.
También apareció información de que después de una serie de fuertes terremotos, los equipos eléctricos de la central nuclear de Sika sufrieron varios daños, se registró una importante fuga de petróleo, pero no hubo amenazas para la seguridad. Las tuberías de dos transformadores utilizados para generar energía externa en las Unidades 1 y 2 se rompieron y se produjo una fuga de aceite de aislamiento y refrigeración, lo que provocó algunos daños al sistema.
El operador Hokuriku Electric Power Company informó inicialmente que la cantidad de aceite que se escapaba de la segunda unidad de energía era de 3.500 litros, pero el viernes la compañía dijo que la fuga real era de unos 10.000 litros. Aunque la mayor parte del petróleo derramado se recogió el viernes, “aún no hay perspectivas de restaurar la infraestructura”.
El gobierno japonés y el Comité de Energía Atómica han creado una sede para la prevención de accidentes en las centrales nucleares y están recopilando información sobre el estado de la central nuclear de Shika. Actualmente, el primer y segundo reactor de la estación están parados. La sede está fortaleciendo el monitoreo en los puntos de control del nivel de radiación.
El primer día de 2024, se produjo una serie de grandes terremotos en el área de la península de Noto en la prefectura de Ishikawa, en la costa occidental de Japón, el más fuerte de los cuales fue de magnitud 7,6. Los terremotos provocaron una alerta de tsunami para toda la costa occidental del país, de norte a sur, seguida de una alerta de tsunami importante por primera vez desde 2011. En varios lugares de la costa la altura del tsunami alcanzó los 4,2 metros.