Las erupciones solares y las tormentas magnéticas representan un peligro real
Aproximadamente una vez cada mil años, la Tierra es golpeada por un evento solar extremo que puede causar graves daños a la capa de ozono y aumentar los niveles de radiación ultravioleta (UV) en la superficie. Durante el siglo pasado, el polo norte magnético se ha movido a través del norte de Canadá a un ritmo de unos 40 kilómetros por año, y el campo se ha debilitado en más del 6%. Los registros geológicos muestran que hubo períodos de siglos o milenios en los que el campo geomagnético era muy débil o incluso estaba completamente ausente.
Las erupciones solares siguen batiendo récords
La NOAA está reescribiendo el libro sobre cómo clasificar las tormentas solares: las capacidades, la ciencia y nuestra comprensión de la ciencia; muchas cosas han cambiado en el clima espacial en los últimos 25 años. La tecnología ha mejorado y los científicos han adquirido conocimientos sobre los fenómenos meteorológicos espaciales extremos que siguieron a tormentas geomagnéticas históricas, como la tormenta solar de Halloween de octubre de 2003 y el evento Hanno de mayo de 2024. Mirando hacia el futuro, los científicos del Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ahora están buscando formas de informar mejor al público sobre los eventos climáticos espaciales que podrían impactar la Tierra. Es por eso que la NOAA está pidiendo al público su opinión sobre cómo reescribir sus escalas de clima espacial.
Exageración solar por parte de las agencias espaciales y aumento de la actividad solar. ¿Coincidencia?
La aurora deja de ser polar. Ahora se puede observar a simple vista en todo el mundo. Hasta 2022, turistas de todo el mundo se apresuraban a ver las luces claras en las regiones del norte. En el último año, el resplandor rojo se puede ver… en todas partes. No siempre, por supuesto, pero sí muy a menudo. Las auroras son peligrosas para las personas con psiques inestables.