Se han encontrado microplásticos en los cuerpos de personas, animales y en diversas partes del mundo, desde la nieve en el lejano Ártico hasta las nubes del monte Fuji
Los investigadores ya están encontrando microplásticos en todos los entornos y organismos. Todavía no hay una opinión clara sobre los peligros que representan las micro (partículas de menos de 5 mm) y las nanopartículas (de menos de 100 nm) de plástico para los seres humanos y para la biota terrestre en general. Al parecer, los plásticos comunes como el polietileno y el polipropileno son inofensivos en sí mismos. Sin embargo, los aditivos añadidos por los fabricantes a los plásticos para mejorar sus propiedades de rendimiento y que son conocimientos secretos para la sociedad y las autoridades reguladoras pueden causar graves daños al medio ambiente. Y lo más importante, las partículas de plástico son adsorbentes y portadoras de contaminación química y bacteriana.
Las bacterias evolucionan a un ritmo igual al de la contaminación ambiental
Nuevas enzimas microbianas pueden reciclar y metabolizar el plástico en el suelo y los océanos.
Una isla de basura en el océano visible desde el espacio
Desde el espacio se puede ver una isla de basura flotando en el océano, del tamaño de California. Así lo confirmó el cosmonauta ruso Mikhail Kornienko.
Los ecologistas anuncian la lucha contra los microplásticos
Las principales fuentes de microplásticos: platos de plástico, ropa sintética, detergentes en polvo, cosméticos y productos químicos domésticos con polímeros (acrilatos/C10-30, acrilatos cruzados (ACS), alquil acrilatos cruzados, carbómero, etilvinilacetato de copolímero, nailon 6, Nylon-12, Poliacrilato, Polimetacrilato de metilo, Polyquaternium, Polyquaternium-7, Polietileno (PE), Polipropileno (PP), Poliotilentereftalato (PET), Poliuretano (PUR), Poliuretano-2, Poliuretano-14, Poliuretano-35, etc.)